TÍTULO
Historia de mi querido Robot
Iba de un sitio para otro, sin rumbo ni destino programado, a la vez atento y distraído, mientras no dejaba de mover el rabo de contento.
Un día llegó a donde no fue, encontró lo que no había estado buscando... y decidió pararse para siempre.
1 comentario:
Querido Ignacio, el mejor regalo es tu mirada de niño. Te deseo que la conserves muchos años. Un abrazo y feliz 2016!
Publicar un comentario